CUARTO VIERNES DE CUARESMA EN SANTA ANA HUISTA
XI PARTE
Por Elder Exvedi Morales
Mérida.
Fuente:
Huista: un viaje a través del tiempo.
Cuarto Viernes de Cuaresma, 1995.
No pueden quedar en el tintero las ventas de
remedios y especias: achiote, canela, manzanilla, tomillo, culantro, orégano,
ruda, apazote, ajonjolí, linaza, pimienta gorda, clavo de comida, hinojo,
incienso, pimienta de castilla, cebada, romero, cola de caballo, flor de
muerto, alhucema, pepita de bálsamo,
comino y más.
-Si su
ixtío está mal de tiricia, aquí está el remedio. Lombrices, empachos,
chorrillo, diarrea, mal de ojo,
pestilencia de patas shucas, aquí está el remedio-, pregona doña Tiófila.
Las chinamas donde venden guaro y cervezas,
son casi exclusivas para hombres. Consumen enormes galones de aguardiente.
Incontables octavos de Indita por todas partes, cigarros de manojo a montones
humeantes en las manos de los borrachos.
Los hombres, no muy cabales por los tragos, se alegan y peleaban,
después que llegaron juntos como buenos amigos.
En el suelo, debajo de una mesa que
destila vómitos, yace un borracho, entre
dormido y despierto, murmura algo difícil de entender. Un bolo solitario, apura de un sorbo, de un
solo trago la cusha que hay en su octavo, y ordena otro.
-Nomás que salga ese mierde y lo
pescoceo-, dice otro que lo ve de reojo.
Un bolito que no tiene con qué pagar lo que
ha consumido, pretexta que irá a orinar,
y ya no regresa. Amanece de goma y tiene la esperanza de que alguien le invite a un trago, pues en sus bolsillos
no hay ni un centavo. En cualquier momento
y cantina, se oyen leñazos y planazos.
Idiotizados de guaro, nos
hacen reír.
-¿Hediondera
a patas chucas? Pues se terminó, porque llegó su pomada. Acérquese, que pronto
se terminan”-anuncia don Camilo.
Y
Cornúpeto pregunta: -¿Qué me
ofrecés para que se me quite el tufo de la jeta?
-Cerrar
la jeta.
- Coma
huevo pué…
Gemir de marimbas por todos lados.
En los restaurantes de lujo, como el de doña “Chiqui”, se vende cerveza Gallo, licor Indita y otras
bebidas “finas”.
A otras cantinas más sencillas, los pobres
van a comprar guaro, cusha o aguardiente,
que es lo mismo. Allí en esos antros juegan a los naipes y a pulsos, pero siempre se
desatan pleitos.
En el momento en que la goma les
martilla el cerebro, juran ya nunca
tomar, pero al rato, caen otra vez.
Y
Cornúpeto grita: -¡Qué viva la
cusha! ¡Qué viva la cusha! Y en seguida, vomita.
¡Saquen
a ese bolo!
Los restaurantes finos solo son frecuentados por la gente adinerada. Tienen
televisores, en cuyas pantallas se ven y escuchan a cantantes como Vicente
Fernández, Rigo Tobar, Antonio Aguilar, Carlos del Llano, por citar pocos. Muchos mirones parecen
estatuas. Las mesas de pino
cubiertas con manteles de colores
chillantes, sillas de pino también, azafates y vasos, son parte del lujoso
antro del vicio. En las improvisadas estanterías se miran los licores finos y
aguas gaseosas. Ahí donde se expenden los mejores licores y boquitas, hay menos pleitos.
Cuando es muy tarde y la clientela escasa, los niños juntan los envases
de cerveza Gallo, y en una sola botella, depositan el líquido
sobrante, el cual beben, y momentos después, andan borrachos. Recogen las
chencas de cigarros Rubios, y en algún tizón de algún comedor, los encienden.
Las chinamas de ropa o venta de ropa, siempre
repletas de parroquianos. Pantalones de
lona, rebozos, calzones con sus
respectivas rosas en la parte trasera, calzoncillos con su “bragueta”,
calcetines coloridos y de líneas.
-Adiós
guapuras-, dice doña Muñeca Calceta a unos jóvenes.
-Gracias
por las flores-, responde Mecopomuceno, entre risa y risa.
Los fotógrafos hacen su agosto en pleno
marzo... De un lado para otro muestran alguna fotografía de algún artista
famoso y ofrecen sus servicios argumentando
que así quedarán plasmadas las “figuras”. Dentro de la iglesia, muchos
piden se eternice el momento que posan junto a Jesús Nazareno de Huista.
-“Échese
su foto. Échese su foto”, se oye insistentemente.
La Rueda de la Fortuna , fortuna para el
propietario que con sus artimañas “desembolsa”
a los jugadores que en vano se ilusionan con ganar los premios empolvados y
antiquísimos.
Los comedores y la gritadera de las cocineras
no descansan. Huele a tortillas, café,
atoles, molletes en miel, caldo de pollo
y de res, churrascos, chuchitos, ponches de piña, coyoles en miel, pepián,
pollo frito, frijoles con arroz, horchata y plátanos fritos, por citar parte
del menú.
Letreros escritos a mano, sobre cartones clavados en los horcones de
las chinamas, contienen el menú. Uno de los tantos dice: “Comedor La Ixtía Huisteca, le
ofrese las comidas mas savrosas y bariadas. Pace adelante”.
-Pase
adelante y disfrute un tamal, un chile relleno, y lo que desee…
Los comedores, restaurantes y todo puesto de ventas, están abarrotados.
La gente pobre saca su pañuelo rojo de seda en que lleva atado su escaso dinero, y después de un largo “regateo”, compra algo…
CUARTO VIERNES DE CUARESMA EN SANTA ANA HUISTA
XI PARTE
Por Elder Exvedi Morales
Mérida.
Fuente:
Huista: un viaje a través del tiempo.
Cuarto Viernes de Cuaresma, 1995.
No hay comentarios:
Publicar un comentario