Las
6:27 de la tarde.
La zona 1 de la ciudad de Guatemala parece un hormiguero…
Y yo, sentado, en el mismo lugar, de la cafetería,
donde nos vimos por última vez, fumando recuerdos.
Y sorbo a sorbo
bebo una taza de café.
Leo Dan, uno de mis cantantes favoritos, canta Te he
prometido.
La mesera, originaria de Huehuetenango, me escudriña
con la mirada.
-Exvedi, no sea tan bruto: ella ya no va a regresar-,
me dice, por enésima vez.
Leo Dan, ahora canta Mary es mi amor.
La rockola está ronca. Ronca, muy ronca…
“Mañana volverá”, pienso, para mis adentros.
Los años han pasado.
Yo sigo acudiendo a la misma cafetería todos los días.
Y la música de Leo Dan es infaltable.
Mi cabello ha sido invadido por la nieve. Y mi piel se
ha cubierto de arrugas.
Y yo sigo, en el mismo
lugar, esperándole, aunque tristemente sé, que ya jamás volverá.
RETAZOS. Elder Exvedi Morales Mérida.
Guatemala, 4 de noviembre de 2003.
No hay comentarios:
Publicar un comentario