jueves, 9 de marzo de 2017

CUARTO VIERNES DE CUARESMA EN SANTA ANA HUISTA

CUARTO VIERNES DE CUARESMA EN SANTA ANA HUISTA
VIII   PARTE
                                                            Por Elder Exvedi Morales Mérida.

Fuente: Huista: un viaje a través del tiempo.  Cuarto Viernes de Cuaresma, 1995.


El miércoles  amaneció radiante, pero tío Chema no pudo levantarse temprano, debido a la fuerte resaca.

-Ya nunca voy a tomar-, prometió.
-Eso venís diciendo desde hace sesenta años-, lo cuestionó su esposa.
-Tenés razón, pero ahora sí cumplo.
-¿Vos creés que nací ayer?
-No mija, desde hace muchos años, porque ya estás vieja.
-Viejos estamos y no cambiás.
-Ya no sigás con ese merequetengue, y preparame un mi caldito de huevos con apazote y chiltepe.

Juan de Dios y John salieron a pasear. John, como siempre, lleva su cámara fotográfica.

Llegaron a un puesto donde un hombre hacía la prueba con tres cubos preguntando ¿dónde está la chibolita?

Siempre gana el prestidigitador.

Dos bolos están por caer en la trampa…

-Jugá vos.
-¿Será mano?
-Sin el será…

El tipo movía con toda rapidez los tres cubos. Mostraba que metía en una la chibolita. Nadie acertaba en dar con la chibolita.
-Ya la vi- dijo y apostó. Procedió a levantar una, no había nada. El segundo, nada. 
Y volvió a jugar de nuevo y perdió.

Estuvo a punto de descubrir el truco. Todos perdían. Nadie acertaba en dónde estaba la chibolita.
Perdió la primera vez. En la segunda, levantó un cubo y nada.  Rápido levantó el otro, y nada. Y a tiempo que…iba a levantar el tercer cubo, el tipo con gran ligereza de mano lo detuvo y él levantó el cubo, y rodó la chibolita como si de verdad hubiera estado allí.
-Aquí estaba, miren amigos-, dijo.

A las once de la mañana, bebieron las primeras cervezas.
-Vamos al jaripeo un rato-invitó Juan de Dios.
Y John, que bebía aún, aceptó: Okey.


Don Fernando Morales Velásquez, hermano de don Posh, se lucía…

Se acercó a una novilla y de un brinco se montó. La novilla se pandeó, pero comenzó a correr.
Don Nando saludaba con el sombrero en alto como en el mejor de los jaripeos.

-Este lugar, podríamos decir que fue un semillero de montadores-, comentó don Próspero Morales, más conocido como Posh.

Las barreras que en esos días servían para el jaripeo, precisamente, eran los alcaldes auxiliares quienes la amarraban. Traían la madera, la colocaban y hacían sus respectivos corrales y mangas. Eran de palos de encino rollizo.

Buscaban las mejores reses para la ocasión.
En dichas barreras siempre dejaban un palco de honor para el Alcalde Municipal, Corporación, miembros del comité y Flor de la Feria y alguno que otro shute.

Las muchachas y los muchachos solían imponer la moda de vestir y calzar, ya sea porque la moda la trajeran los comerciantes de feria o porque aparecían…

Muchos miraban encaramados de palos, otros, desde  la parte alta de Monajil.

El lugar estaba a reventar.

De repente se escucha el aplauso sonoro del público.


***

-Ustedes parecen patas de chucho-, les dijo Luisa a Juan de Dios y a John cuando llegaron a las once de la noche.
-¿Por qué?
-Porque ya no paran aquí.

Y tenía cierta razón…
Nadie se perdía los bailes sociales, los palenques de  gallos, el jaripeo y el desfile hípico, encabezado por tío Chema.


CUARTO VIERNES DE CUARESMA EN SANTA ANA HUISTA   
VIII   PARTE
                                                            Por Elder Exvedi Morales Mérida.


Fuente: Huista: un viaje a través del tiempo.  Cuarto Viernes de Cuaresma, 1995.

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