viernes, 24 de marzo de 2017

CUARTO VIERNES DE CUARESMA EN SANTA ANA HUISTA XIX PARTE Por Elder Exvedi Morales Mérida.

CUARTO VIERNES DE CUARESMA EN SANTA ANA HUISTA   
XIX   PARTE
                                                            Por Elder Exvedi Morales Mérida.

Fuente: Huista: un viaje a través del tiempo.  Cuarto Viernes de Cuaresma, 1995.



Desde muy temprano, los organizadores de los bailes estaban de un lugar a otro con los preparativos.

Amenizó el “baile de ocotes”-así le llamaban porque se alumbraban con luz de ocote, a falta de luz eléctrica- los famosos “bailes de bombas”- . En estos bailes se interrumpía la música a menudo para que determinado bailador, lanzara su bomba, la cual era contestada por  la persona  aludida.

A las seis de la tarde, la plaza estaba lista, bien barrida y regada. En cada horcón había un hachón de ocote, listo para alumbrar.

La música empezó, e inmediatamente la improvisada pista de baile fue invadida.

Juan Huista bailaba con María Tecúm y miraba de soslayo a Micaela Ixcoy que bailaba muy embelesada con su compadre Pedro Ixim.

Se sintió herido en su amor propio. Al rato gritó ¡¡Bomba!! La marimba calló, paró la música.
Dirigiéndose a Micaela,  le dijo: “Podrás tener otro amor, pero no será el mejor, porque como yo te amo, nadie te amará, porque, morenita mía, de caricias,  tu cuerpo,  jamás  nadie  llenará…”

Al grito de la gente, siguió la música para que la aludida preparar la contestación.

-Ese Juan Huista se la echó buena-, decían unos.
-Van a ver que la Micaela le va a tortear  la trompa.
-Aí velo pué.

Al poco rato se oye el grito de Micaela: ¡¡Bomba!!

Paró la música,  y ella,  dirigiéndose  a Juan Huista,  le contesta: ¡Chancla que se deja tirada, ya jamás será levantada. En mis brazos hallaste amor,  y te di, además una flor, pero ya no seré tuya, pasado amor. Aleluya, aleluya!

Todos gritaron y aplaudieron.                                                                                                                                                                   Hasta los mancos…

Siguió tocando la pieza.

Al ratito otra bomba de Juan Huista: ¡¡Ya es tarde corazón, para que te llenes de ilusión. Un día te amé y de caricias te llené, pero jamás mis brazos se abrirán para vos, y lo sabe tata Dios!!

Todo había subido de tono y había más expectación.
Siguió la música,   y al ratito viene la contestación de Micaela: ¡¡Estás delirando, pobre corazón. Y estás perdiendo, por mis besos y caricias, la razón, pero lo pasado, pasado, como dijo José José, y ai velo pué!!

Juan Huista se puso furioso y se largó, dejando sola y plantada a medio baile a la pobre María Tecúm.

Eran ya las nueve de la noche,  y Juan Huista llegó a la cantina de doña Chabela.





CUARTO VIERNES DE CUARESMA EN SANTA ANA HUISTA   
XIX   PARTE
                                                            Por Elder Exvedi Morales Mérida.

Fuente: Huista: un viaje a través del tiempo.  Cuarto Viernes de Cuaresma, 1995.


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