viernes, 2 de septiembre de 2016

EL ESPANTO DEL CAMINO


EL ESPANTO DEL CAMINO
FUENTE: Relatos de Santa Ana Huista.
Elder Exvedi Morales Mérida. 1994


Todas las tardes retornaba a la aldea  Monajil, procedente de Santa Ana Huista, donde distribuía  el  milenario “guaro”, licor hecho a base de caña de azúcar.

-No camine muy tarde don Suspiro Azadón, estos días están jodidos.             Lo puede matar el ejército o la guerrilla. Ya  ve usté como está rejodida la situación -, le aconsejaba una anciana, que era una de sus mejores clientes.

Era el año de 1981, la época más sangrienta para Santa Ana Huista.

-¿Pa´ onde vá  don Suspiro Azadón?
-Para  Huista-.*
-Ah,  entonces que se vaya mi patojo con usté, así  se hacen compañía ambos dos.
-Está bien- , replicó el “cushero”.

El distribuidor del licor retornaba  por la tarde o a altas horas de la noche, alumbrándose  con un manojo de ocote y con la luz de la luna.
En esa época asesinaron a mucha gente, aún así, se mantenía con la misma faena.
-Si me muero, muero trabajando -, decía continuamente, cuando le aconsejaban ya no caminar a “altas horas”.

-Usté don Suspiro Azadón,  ¿por qué no le da miedo caminar solo y muy tarde? -, le preguntó  una vez Juan Huista.
-Porque tengo quien me cuide, es un cuate bien calidá -, respondió  orgulloso.
-¿Dios?
-No.
-¿Entonces quién?
-El policía que cuida el camino pa Monajil. El siempre está  allí parado y a veces me encamina hasta mi ranchito -, explicó, viendo Juan Huista que había  cambiado  de color, al oír la respuesta.
¿Un policía dice usté?
-Sí.
¿Usté no sabe quién es?
-No.
-A él lo mató la guerrilla antes que usté viniera a vivir a Monajil, y sale a espantar a la gente.

El pobre Suspiro Azadón,  al darse cuenta que siempre hablaba con un difunto, sintió que el cuerpo no le respondía y cayó desmayado.

*La gente acostumbraba a decir pueblo o Huista, no Santa Ana, posiblemente por ser sino el primer pueblo fundado por los españoles, uno de los primeros de la región.

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