LA FERIA PATRONAL DE SANTA ANA HUISTA (X)
FUENTE: Huista: un viaje a través del tiempo. Elder Exvedi
Morales Mérida.
Guatemala, 26 de julio de 1994.
Al mediodía, los santanecos o
huistecos, como les llaman algunos, por ser este el primer pueblo llamado
Huista por los cronistas coloniales, acuden a la casa parroquial. Ahí las
mujeres que integran la cofradía preparan el caldo de hierbas, platillo típico
del municipio.
-Cuando las ollas están en el
fuego, las incensariamos, echamos agua y hacemos una oración”, explica doña
Ventura Lemus Barillas, esposa de don José María Hidalgo y madre de Abigail,
esposa de don Posh, quien agrega: -El primer caldo que sale, siempre se lleva
al altar de la patrona, como símbolo de ofrenda. Luego se quema una bomba que
significa que el caldo ya está listo”.
Y de boca en boca, como reguero de
pólvora, se anunció:
¡Muchá, ya está el caldo! ¡Muchá,
ya está el caldo!
Y en breve, el gentío se aglomeró
en el lugar, como jocoshero en mayo…
****
Hubo varias actividades. Los desfiles no eran la
excepción.
En una carroza iba la Reina saliente acompañada de un
grupo de muchachos. Atrás, los niños de la escuela. Y luego, en desorden, el
gentío alborozado.
***
La danza, como siempre, empezó al pie del tronco,
instalado en la plaza desde siete días antes. Por turno los voladores escalaron
hasta la parte superior, donde había una pieza llamada bastidor o canasta, en la
que se enrollaron gruesos lazos de
maguey, que los participantes aseguraron
a la cintura o a la parte alta de las piernas para lograr el vuelo en
círculos, que se prolonga unos 15 minutos.
-En esta danza-dice tío Chema-, participan ocho voladores
llamados moros y cristianos, arcángeles o sanmiguelitos, y cuatro monos o
micos. Todos participan en el vuelo. Como ven, visten chaqueta y pantalón rojo,
adornados con figuras de alas en la espalda y las mangas. Las máscaras de
madera simulan a un hombre adulto,
lozano, de tez rosada y bigote. Estas
máscaras la hace el maestro carpintero Miguel Ángel Taracena. Portan sombreros o coronas con plumas de
colores. Una de las condiciones para participar en la danza es guardar
abstinencia sexual 40 días previos a la fiesta patronal.
-Yo no aguantaría-, dice Juan Huista.
-¿Qué cosa? -, interroga Juan de Dios.
-Eso de la abstinencia.
-Así como sos vos, nada mano…
Todos ríen.
Y John pregunta:
-¿Qué significado tiene la danza?
-Algunas personas relacionan este ritual con las antiguas historias del Popol Wuj, libro sagrado de los
quichés, que relatan la muerte de los 400 muchachos y de Zipacná, creador de
las montañas. También la de los gemelos Humbatz y Hunchouén, que quedaron volando entre las ramas de los
árboles, convertidos en monos, por obra de los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué-,
explica tío Chema.
Años después, John escribiría: “Pobladores del
municipio colocaron un palo de unos 40
metros de altura frente a la iglesia parroquial, como parte de los preparativos
de la presentación del Baile del Palo Volador, que se presentó del 24 al 26 de
julio, con motivo de su feria en honor a
Santa Ana”.
-Para buscar el palo se pide a la
Madre Naturaleza el visto bueno, luego de varias ceremonias y vigilas. El fuego
sagrado nos dice si el palo que escogimos es el indicado-, agrega tío Chema.
Don Ismael Escobedo afirma: “Para trasladarlo participan unos 400 hombres, lo que hace que el baile tenga relación con el Popol Wuj, cuando habla que Zipacná se estaba bañando a orillas de un río cuando pasaron 400 muchachos cargando un gran trozo para construir su casa; al verlos tan agotados Zipacná decide ayudarles y sólo él cargó el árbol, lo que les causó miedo y decidieron matarlo, construyendo una zanja para que cuando pasara cayera y muriera. Pero al final, Zipacná mató a los 400 hombres, pues esperó tres días para que ellos se emborracharan y no se dieron cuenta cuando salió y botó la casa sobre ellos; esto es lo que sucede con el rito, porque luego de llevarlo por los hombres se construye una zanja donde se coloca, se siembra y se utiliza durante tres días.
Se presentó los días 24, 25 y 26 de julio en horas de la tarde y el 26, día de la patrona, después de la misa y por la tarde.
Don Ismael Escobedo afirma: “Para trasladarlo participan unos 400 hombres, lo que hace que el baile tenga relación con el Popol Wuj, cuando habla que Zipacná se estaba bañando a orillas de un río cuando pasaron 400 muchachos cargando un gran trozo para construir su casa; al verlos tan agotados Zipacná decide ayudarles y sólo él cargó el árbol, lo que les causó miedo y decidieron matarlo, construyendo una zanja para que cuando pasara cayera y muriera. Pero al final, Zipacná mató a los 400 hombres, pues esperó tres días para que ellos se emborracharan y no se dieron cuenta cuando salió y botó la casa sobre ellos; esto es lo que sucede con el rito, porque luego de llevarlo por los hombres se construye una zanja donde se coloca, se siembra y se utiliza durante tres días.
Se presentó los días 24, 25 y 26 de julio en horas de la tarde y el 26, día de la patrona, después de la misa y por la tarde.
Don Filomeno Hernández Domínguez, esposo de la toneca Sofía Morales, explica a John: El argumento del baile de San Miguel —más
conocido como del Palo Volador—, se identifica con el episodio de Hun Batz y
Hun Chowen, del Popol Wuj, y la leyenda de Zipacná y los 400 muchachos.
La representación del ritual empieza cuando los hombres se dirigen a las montañas del pueblo para traer un palo de gran altura —un árbol que han cuidado muchos años atrás— el cual será colocado en la plaza central con ceremonias como la quema del pom antes de abrir el agujero, o la colocación de una arroba de carne de res y, sobre esta, colocar el palo.
Los participantes deben abstenerse de tener relaciones sexuales durante los 40 días antes y después de la ceremonia, y se prohíbe que las mujeres pasen sobre el palo, ya que se cree que es de mala suerte para los involucrados. Y peor si están en sus días…
La representación del ritual empieza cuando los hombres se dirigen a las montañas del pueblo para traer un palo de gran altura —un árbol que han cuidado muchos años atrás— el cual será colocado en la plaza central con ceremonias como la quema del pom antes de abrir el agujero, o la colocación de una arroba de carne de res y, sobre esta, colocar el palo.
Los participantes deben abstenerse de tener relaciones sexuales durante los 40 días antes y después de la ceremonia, y se prohíbe que las mujeres pasen sobre el palo, ya que se cree que es de mala suerte para los involucrados. Y peor si están en sus días…
-Muy interesante-, responde el estadounidense.
Al
concluir el palo volador, se presentó el
Baile del Torito.
“El Palo Volador-explica el historiador del pueblo- se
celebra en distintos lugares de Guatemala.
Es una danza prehispánica que se mantuvo intacta durante la
colonización. El palo esta hecho de un
árbol, en el cual se coloca en lo más alto, una estructura diseñada para que
pueda girar.
Se enrollan dos cuerdas de las cuales dos de los
“voladores” se sujetan y comienzan a girar de manera que van descendiendo hasta
que llegan hasta el suelo. Después cada
uno de los bailadores se viste de mono y con movimientos chistosos bailan al
compás de una marimba de tecomates”.
-Muy interesante-, dice John, mientras escribe.
***
Tío
Chema, lucía muy bien. Vestía su pantalón vaquero y su camisa de mangas
largas.
-Miren esto-dijo, y se detuvieron en el juego de tiro al blanco. Había un mostrador y en la pared de enfrente
una fila de patíos viejos prendidos en un cordel. Cuando se le daba el balinazo, los
patíos se iban para atrás.
Tío Chema pidió un rifle y dio en el blanco.
-Chish, le zampa un balazo a una garza volando, cómo
chingados va a fallar-, dijo Pedro Ixim.
A tío Chema le dieron
un soldadito de plástico de premio.
-Para qué putas-, protestó.
FUENTE: Huista: un viaje a través del tiempo. Elder
Exvedi Morales Mérida.
Guatemala, 26 de julio de 1994.
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