sábado, 5 de agosto de 2017

Las 6:27 de la tarde.

Las 6:27  de la tarde.

La zona 1 de la ciudad de Guatemala  parece un hormiguero…
Y yo, sentado, en el mismo lugar, de la cafetería, donde nos vimos por última vez, fumando recuerdos.

Y sorbo a sorbo  bebo una taza de café.

Leo Dan, uno de mis cantantes favoritos, canta Te he prometido.
La mesera, originaria de Huehuetenango, me escudriña con la mirada.

-Exvedi, no sea tan bruto: ella ya no va a regresar-, me dice, por enésima vez.

Leo Dan, ahora canta Mary es mi amor.
La rockola está ronca. Ronca, muy ronca…

“Mañana volverá”, pienso, para mis adentros.

Los años han pasado.

Yo sigo acudiendo a la misma cafetería todos los días.
Y la música de Leo Dan es infaltable.
Mi cabello ha sido invadido por la nieve. Y mi piel se ha cubierto de arrugas.

Y yo sigo, en el mismo  lugar, esperándole, aunque tristemente sé, que ya jamás volverá.


RETAZOS. Elder Exvedi Morales Mérida.
Guatemala, 4 de noviembre de 2003.


No hay comentarios:

Publicar un comentario