ES DÍA DE COSECHA…
Maestra María del Rosario Molina, hoy es
un día placentero, extraordinario, inolvidable...
¡Siento alegría en mi corazón, porque es día de
cosecha…!
Usted es de esas lumbreras, de esas personas que
nunca cierran sus fronteras y ofrecen sus horizontes…
El perfume de su poesía conmueve, seduce, edifica.
Su palabra
va de sendero en sendero llevando en sus
manos luz, mucha luz.
La mañana ha despuntado.
Muchos se asoman a las ventanas y la ven pasar. ¡Es
su palabra!
¿O son luciérnagas sempiternas?
Su palabra, su arte, nos hace viajar más allá de los confines del tiempo y el espacio. Su palabra, maestra, nos lleva hacia el
infinito para encontrar otros universos…
Bebo su palabra y entonces me invaden raudales de inspiración.
Y es que su palabra redime, sacude, melifica,
rejuvenece y construye.
La lectura de su obra es sensual. Nos dejamos embelesar
por sus versos, por sus semillas, por sus palabras.
¡Tantas lumbreras retoñando en sus palabras!
En un país en donde la obscenidad de la corrupción
y la violencia ya no provoca la indignación de muchos ciudadanos, usted, Maestra María
del Rosario Molina, con su arte, con su labor, nos da esperanzas.
Cuando usted se marche, diré, a los cuatro vientos: se
fue la artesana de la palabra , pero dejó su palabra inmarcesible.
(Claro, si antes, no me marcho yo…)
Maestra María del Rosario Molina, en
esta sociedad de máscaras, su palabra es luz.
La mañana ha despuntado.
¡Siento alegría en mi corazón, porque es día de
cosecha…!
Con respeto, admiración y gratitud.
Elder Exvedi Morales Mérida.
Santa Ana Huista, Huehuetenango, 21 de septiembre de
2016.
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