JUAN IXTE
Fuente:
Huista: Un viaje a través del tiempo. Elder Exvedi Morales Mérida. 1994.
Como perro, todas las noches salía al patio a
ladrar, tensando sus orejas hacia
adelante como si viera cosas…Visiones
diabólicas. Se rascaba las pulgas. No dejaba dormir a ningún vecino.
De esto, doña Leocadia decía a todos:
-Los chuchos que laten todas
las noches, tienen visiones y pueden ver cosas extrañas…Pobres chuchos.
Juan Ixte, que había
escuchado esto, quiso comprobarlo cierta tarde y agarró a su esquelético
perro y le desprendió de sus ojos los
verdes cheles que le fluían con abundancia.
Luego Juan los untó a sus ojos. Al rato comenzó a ver cosas extrañas
inquietando no solo al vecindario sino a toda la región Huista.
Sus alarmantes gritos nocturnos llenaban de pánico a todos.
-¡Aaayyy! ¡Aaayyy! Ahí viene,
defiéndanme.
¡Uuuuyyy! Me persigue.
Todas las noches, sus gritos
atizaban más a la chuchada.
Juan Ixte enflaqueció y
murió.
-Y es que eso de untarse en
los ojos los cheles de los chuchos que ven visiones por las noches, es
fregado-, redundaba doña Leocadia.
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