jueves, 14 de enero de 2016

¿Qué nos espera?

Escuché atentamente el discurso del presidente  de Guatemala.  Cuando  pronunció el  nombre  del insigne doctor Juan José Arévalo Bermejo, vibraron  las cuerdas  de mi espíritu.  ¡Qué lujo de hombre!, como decía mi  Mamá Limpa, anciana que, por  cierto,  sufre graves  quebrantos  de  salud.
El presidente  tiene  buenas intenciones pero,  creo, con  todo  respeto,  somos un  pueblo  difícil de  gobernar.  ¿Recuerdan  El pescado indigesto,  del  maestro  Manuel  Galich, para  citar  un  solo  ejemplo?

Y, es ahora, cuando  recuerdo  con  mayor  tristeza al Soldado  del  Pueblo Jacobo Árbenz Guzmán.
Por  cierto, cuando Álvaro Colom, inició  a “gobernar”,  escribí  el  siguiente  texto:

SUEÑOS NADA MÁS…

Los pueblos siempre sueñan.

Y mientras sueñan,
son felices,
aunque lo sueños sean,
al final de cuentas,
una farsa,
una utopía  que nace muerta.

Siempre se impone
la amargura,
la avaricia,
los intereses mezquinos…

Si queremos que el país cambie, cambiemos  nosotros.






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