La marimba de Huista
Según la tradición oral, en la
antigüedad se llamó Tlin B´atz´ o Plin B´atz,
en Kaqchiquel o Nima Q´ojom y Ché Ajb´ i´y en K´iche. En Poptí´o Jakalteko es T´son.
Bien, según las palabras arrancadas
con embeleso del corazón
de la fuente oral, un
leñador de Huista se fue al bosque,
lugar denominado hoy “Palos
Altos”. Narra la historia que el
leñador empezó a derribar
un gran árbol. Cuando recibía los
hachazos, se oían
sonidos. Cuando el frondoso árbol cayó,
se escuchó copiosa cantidad
de sonidos, como
de pájaros. El
leñador creyó que
en las extensas
ramas tenían los
pájaros sus nidos. Para salir de
dudas, buscó minuciosamente en
cada rama y nada. Viendo
que no había una sola huella de ellos, se
asustó exageradamente y se
preguntaba qué sucedía. Cuenta
la leyenda que cuando
se dispuso a cortar las
ramas, se oyó de nuevo la
música de pájaros,
como si en los
cercanos guatales estuvieran
ofreciendo sus cantares. Con
cada contacto con el árbol,
se hacía oír esa desconocida armonía.
(Ver más en
Leyendas de Santa Ana Huista. Morales Mérida, Elder Exvedi)
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