Y ME HICE MAESTRO…
Autor: Elder Exvedi Morales Mérida 25-06-1994
Mi maestro desparramó en mi interior:
en mi alma, en mi espíritu, en mi esencia,
incontables semillas de amor,
y por eso, ahora siento su dulce presencia.
En cada surco de mi ser depositó
ternura, sueños, sabiduría y luz,
pero, ante todo, dulcemente me invitó,
a hacerme amigo de Aquel que por mí murió en la cruz.
Y llegué a admirar a mi maestro amoroso,
porque era una eterna lumbrera,
y por eso ahora que soy bardo quisiera
dedicarle mi numen jubiloso.
Y es que gracias a mi profesor amigo
me hice maestro y las huellas de Cristo sigo.
Ahora yo voy por el mundo esparciendo
semillas de amor, y la oscuridad está feneciendo...
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