AL MAESTRO DE ALDEA
Autor: Elder Exvedi Morales Mérida 25-06-1992
El
amanecer
se
despabila
y el
maestro de mi aldea
prepara
su morral
con sus
libros
y su
optimismo.
Y reza
su oración
y de
más luz,
se le
atiborra el corazón.
La
vereda
que
conduce a la escuela
le da
los buenos días
y los
pájaros sus armonías
le ofrendan siempre.
Continúa
su labor sagrada,
su
labor de moldear almas
y de
bendecir a la patria amada.
Llega a
la escuela,
después
de la travesía,
y los
hambrientos del pan del saber
lo
reciben con alegría.
La
jornada es maravillosa
porque
tiene vocación
y un
gran corazón
del
tamaño de la mar misteriosa.
He ahí,
el maestro de mi aldea,
haciendo
patria, con amor;
y
Jehová se recrea
en su
admirable labor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario