martes, 22 de diciembre de 2015

EL RETORNO

Y siguió el camino
con el corazón en alto
sin perder el horizonte
de sus sueños.

Dejó
en un mar de lágrimas
a su anciana madre.

Y la miseria
como perra maldita
se quedó aullando
a la orilla del camino.

Se acercaba al Norte
pero se alejaba del Sur.

En voz baja
se prometía
volver a casa
un día
con suficiente dinero
para que en la mesa
jamás volviera
a faltar nada.

Las distancias
lo vapuleaban,
pero no claudicaba.

Las hojas del calendario
como golondrinas
alzaron el vuelo
y un día,
al caer la tarde,
retornó a casa,
y he ahí su madre amorosa
como siempre
esperándole
con los brazos abiertos,
y algo delicioso
para saciar su hambre
y apagar su sed.



Elder Exvedi Morales Mérida.

Del poemario ¿Extranjero yo?  (1996)

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